martes, 23 de febrero de 2016



Hoces del río Piedra
Aldehuela de Liestos


Sábado, 20 de febrero









¡Rápido, rápido, que llega un autobús! A veces, tomar un café sosegado se  puede complicar. Tenemos suerte, el lugar es grande y hay sitio para todos. Es un día primaveral, soleado, sin cierzo, extraño para un febrero invernal sin heladas ni viento. ¡Ay!, lo que nos trae el cambio climático, los fríos vientos se deslizan por el valle sin fuerza y apenas  acarician la península.  






Que misterio tiene la cosa que cuando se decide seguir la marcha, los últimos de Filipinas tienen que ir al baño. Dejamos Daroca y seguimos dirección Molina de Aragón. Subimos el pequeño puerto; al fondo, el ruinoso castillo de Santed observa desde del cerro la llanura del Campo de Bello, frontera con el disputado señorío de Molina. Giramos en la gasolinera de Las Cuerlas dirección a Torralba de los Frailes y Aldehuela de Liestos, nuestro destino. La carretera deja una línea gris sobre el paisaje tamizado por los frágiles brotes del cereal.
















Aldehuela de Liestos es una pequeña población del Campo de Daroca. Sobresale la iglesia parroquial con su fachada de mampostería y sillería. Desde aquí, iniciamos el recorrido perfectamente indicado en un panel informativo. Los primeros kilómetros los hacemos por un camino agrícola para continuar por una senda hasta la puerta de la Hoz, que da acceso o salida a las Hoces del río Piedra. Ahora, la senda discurre al lado del cauce, actualmente seco, entre sauces, fresnos, chopos, escaramujos, hiedras, tomillo, arces, enebros, carrascas, quejigos, alguna sabina, tal como señalan los postes informativos. Animalicos, haylos, pero no los vimos; ni siquiera un buitre tomando el sol. Claro, que a esas horas de la siesta, qué animal va abrir el ojo si se oía hasta el silencio,  roto por el suave golpe de alguna fugaz culada.

















Hemos llegado al paso del Angostillo. Parada y fonda. Para casi todos, mejor charrar que sestear. Recordamos que en el tramo comprendido entre Aldehuela de Liestos y Torralba de los Frailes las Hoces se pueden recorrer a través  de dos senderos circulares. Dejamos el de Torralba  para otra ocasión.












Regresamos, tomamos en suave ascenso la senda del Mirador, donde disfrutamos de uno de los puntos panorámicos más llamativos de todo el recorrido, ningún buitre leonado planeó sobre nuestras cabezas. Descendemos hasta  el pozo del Sombrerillo y deshacemos el camino de ida hasta Aldehuela. Una agradable y sosegada caminata de unos diez kilómetros.


















Terminamos la excursión acercándonos a la laguna de GallocantaLa semana pasada las grullas ya iniciaron su viaje hacia el norte a los lugares de nidificación. El buen tiempo ha hecho que su estancia sea más corta. Creemos que todavía estamos a tiempo para disfrutar de un espectáculo que siempre nos maravilla: verlas majestuosas, con sus largas patas y  cuello esbelto recortar el cielo. Desde Bello nos acercamos por uno de los caminos a la laguna, la tarde se está cerrando. Pero sólo vemos algunas aves acercándose a los dormideros. A lo lejos sólo se oye un sonoro gruir. Otra vez será. Nos abrigamos, se nota que ha bajado la temperatura. En Tornos tomamos el café de despedida. Ha sido una grata jornada de campo, paseando y disfrutando de la naturaleza.







Fotografías de Matilde, Hortensia, Carmen, Nines, Mariano, Rosalía