Hicimos un recorrido por la zona del Moncayo, donde nos vimos en situaciones a veces límites cruzando el río a dcha a izda y de izda a dcha varias veces, tantas que alguien quiso probar el agua incluso con zapatilla puesta ...menos mal que "a mal tiempo, buena cara" y siempre habia solución para todo, calcetines de repuesto, bolsas de plástico....En fín despúes de todo ésto y de comer, llegamos a Tarazona, que estrena la restauración de su Catedral. Imponente y magnífica. Falta la apertura del Claustro, pero nos aseguro la guía que está prevista su apertura para dentro de 1 o 2 meses, así que tendremos que repetir la visita: !Merece la pena¡
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